Hace más de un año que comencé a escribir en este blog acerca de mi experiencia con una ostomía. Por diversos motivos lo dejé olvidado, pero creo que es momento de reescribir de forma más clara para que pueda ser de utilidad a aquellas personas que están a punto de atravesar por algo similar, o están en pleno recorrido... o para cualquier persona interesada en el tema.
Es cierto que en la red hay bastante información sobre este tipo de intervención, así que no me detendré mucho a repetir lo que ya circula por ahí (incluso compartiré algunos links), sino a contar cómo pude hacer frente a los diversos problemas que se me presentaron, es decir, hablaré desde mi propia vivencia.
Para poner un poco de contexto: vivo en la Cd. de México, tengo 33 años, y aquí fue donde enfermé, donde me operaron y donde aún me sigo recuperando de tres intervenciones quirúrgicas relacionadas con el tema de la ostomía.
Citando a wikipedia: Una ostomía es una operación quirúrgica en la que se practica una apertura (estoma) en la pared abdominal para dar salida a una víscera al exterior, como el tracto intestinal o uno o ambos uréteres. Las heces o la orina en tal caso se recogen en un dispositivo diseñado especialmente para ello.
El tipo de cirugía que me practicaron fue una ileostomía, es decir, una parte de mi intestino delgado fue derivado hacia la pared abdominal, mientras que mi intestino grueso estaba sellado, inactivo y reposando por dentro.
Hay algunas variaciones entre una colostomía y una ileostomía, aunque en el tema de cuidados y prevenciones suele haber varios puntos en común. Y pretendo que de eso trate este blog, como ya lo he dicho, sobre cuidados, prevenciones y cómo afronté ciertas dificultades.
Así pues, espero que les sea de utilidad todo este viaje y que encuentren lo que están buscando.
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